La tecnología IPL (luz pulsada intensa) para la depilación definitiva mantiene claras diferencias con los diferentes tipos de láser que se utilizan para este fin. La principal es que los láseres funcionan con una única longitud de onda y la luz se concentra sobre un solo punto. Sin embargo, la IPL cubre un amplio abanico de longitudes de onda, lo que permite adaptar el aparato mediante el uso de diferentes filtros a las características del pelo y la piel de cada persona; además, cada disparo abarca una superficie de 5 cm2, por lo que se elimina una mayor cantidad de vello.
Estas particulares características técnicas establecen claras diferencias en relación a su efectividad frente a la depilación láser ya que los aparatos de láser sólo pueden realizar aquellos tratamientos para los fueron diseñados y se necesitan diferentes equipos para cubrir el mismo espectro de pacientes que con la IPL.
La primera de ellas es que su eficacia depilatoria no depende tanto del calibre del vello como con los láseres, para los que ésta aumenta con el grosor del pelo. Con la IPL se pueden eliminar los pelos más finos. Por otra parte, la efectividad del IPL es mejor cuando el vello es oscuro y la piel clara, como sucede con el láser, por lo que no se debe utilizar en pieles oscuras o bronceadas.
En lo que respecta al color del pelo, la luz pulsada puede eliminar vello más claro que con el láser, aunque con limitaciones (muy rubio, canas y pelirrojo). En cualquier caso, la variedad de longitudes de onda que se pueden utilizar con la IPL hace que el tratamiento sea más personalizado, ya que se adapta a las características de cada persona.
Otra de las diferencias es que la IPL abarca con cada disparo una mayor superficie de piel, por lo que se eliminan varios pelos cada vez, mientras que con el láser se debe hacer prácticamente pelo a pelo. Esto lo hace idóneo para la depilación de grandes extensiones de piel, lo favorece la depilación en el caso de los hombres, que tienen una elevada densidad de pelo en la mayor parte del cuerpo, o de hirsutismo, si se trata de una mujer.
Pero probablemente la mayor ventaja de la IPL es que resulta una técnica prácticamente indolora, lo que la convierte en la técnica de depilación más adecuada para las zonas más sensibles de la piel, como es el caso de la cara, la región inguinal, las axilas, la cara interior de muslos y piernas, el pecho o los glúteos.
Por último, es importante señalar que el manejo adecuado de la IPL requiere una amplia experiencia, por lo que en manos inexpertas los resultados pueden ser decepcionantes. Del mismo modo, un uso inadecuado la tecnología láser, puede causar importantes efectos adversos en la piel llegando incluso a las quemaduras.